Sentada en aquella banca mirando hacia donde él estaba...
me quedaba pensando si era yo capaz de ir a arreglar las cosas y platicar los 2... como personas que alguna vez en su vida fueron amigos, amigos del alma, aquellos que se cuentan cosas y dan consejos cuando estas triste. Jamás creí romper nuestra amistad; tal vez él ya lo tenía planeado, pero yo no...
Lo siento no puedo, no puedo acercarme a él y pedir que me vuelva a hablar! él mismo dijo jamás volverme a perdonar... solo se que lo siento...
Ella me miró, vió como estaba y preguntó:
-No irás a decirle que hablen?- mi mente volvió a "tierra", yo estaba acordandome de aquellos tiempos en que platicabámos, reíamos... pero luego contesté:
-No, jamás haría eso...- me recargé a la banca y traté de hablar lo más claro-No puedo, es tan difícil, el me dijo que jamás me perdonaría.
-Pero es una muy buena oportunidad- volvió a decir ella.
-No viviana dejalo así. Prefiero que se vaya lejos sin haber arreglado nada, prefiero eso...
-Pues yo no lo prefiero, y no estoy de acuerdo, así que iré- Volvió a decir ella mientras se levantaba de aquella banca-Iré a hablar con él.
-No viviana no hagas eso!- grité.
Estaba desesperada, que le diría si él venía...
-Por favor no hagas eso!.
Bajó las pequeñas escaleras que se encontraban cerca de la banca en donde estábamos, y dijo:
-Algún día me lo agradecerás.
Caminó por el pequeño camino lleno de flores y plantas. Llegó al barandal y salió.
-Si vas te juro que no te vuelvo a hablar en toda mi vida!- Le dije yo, furiosa y a la vez nerviosa.
-Ya te dije que me lo agradecerás-dijo ella y cruzó la calle.
Iba con una sonrisa de oreja a oreja saltando por todo el montón de tierra y el camino que llevaba hasta la cancha de futbol.
Yo insistí en que no fuera y grité todo lo que pude:
-!Viviana!!Viviana!Porfavor no vayas!.
No me hizo caso... fue inútil. Se reía de mí al otro lado de la calle y yo la veía por el pequeño hueco del barandal.
Fue... miró a todos los que estaban ahí... se fijó quien era y gritó:
-!Javier!!Javier!!ven!- ella estaba feliz, la veía desde el otro extremo de la calle.
Se acercó. Platicaron 2 o 3 minutos... pensé que él había dicho que jamás quería hablar conmigo.
Despúes ella venía corriendo, cruzó la calle y la ví que venía feliz. pensé: (algo a deberle dicho viviana).
Me quedé callada cuando ella llegó. Se sentó, no aguantaba más la presión y dije:
-Que te dijo?!dime porfavor!-Me pensé en las cosas que habría dicho él, pero despúes ella contestó:
-Es algo muy confidencial-y siguió diciendo-no que ya no me hablarías?.
Su cara reflejaba a una niña pícara con su sonrisa y mirándome a los ojos.
-Por favor dime! jamás te dejaría de hablar! solo dime que te dijo! aunque sea bueno.. o malo- Mi cara cambió de feliz a pensativa o mas bien a una niña triste, que sabía lo que pasaba-Por favor dime.
-Bueno pues me dijo...-Calló, puso una sonrisa grande y volvió a hablar- dijo que no estaba enojado y que vendría a hablar contigo después de jugar.
Mi corazón latió cada vez más fuerte. No lo podía creer! como que no estaba enojado...
Él me lo había afirmado ya hasta me acuerdé de aquellas palabras que me dijo: "idiota, niña pequeña"...!
No podía ser! él no estaba enojado!
Estaba confusa, y lo peor de todo eso fue que vendría! Que le diría yo?!
me quedaba pensando si era yo capaz de ir a arreglar las cosas y platicar los 2... como personas que alguna vez en su vida fueron amigos, amigos del alma, aquellos que se cuentan cosas y dan consejos cuando estas triste. Jamás creí romper nuestra amistad; tal vez él ya lo tenía planeado, pero yo no...
Lo siento no puedo, no puedo acercarme a él y pedir que me vuelva a hablar! él mismo dijo jamás volverme a perdonar... solo se que lo siento...
Ella me miró, vió como estaba y preguntó:
-No irás a decirle que hablen?- mi mente volvió a "tierra", yo estaba acordandome de aquellos tiempos en que platicabámos, reíamos... pero luego contesté:
-No, jamás haría eso...- me recargé a la banca y traté de hablar lo más claro-No puedo, es tan difícil, el me dijo que jamás me perdonaría.
-Pero es una muy buena oportunidad- volvió a decir ella.
-No viviana dejalo así. Prefiero que se vaya lejos sin haber arreglado nada, prefiero eso...
-Pues yo no lo prefiero, y no estoy de acuerdo, así que iré- Volvió a decir ella mientras se levantaba de aquella banca-Iré a hablar con él.
-No viviana no hagas eso!- grité.
Estaba desesperada, que le diría si él venía...
-Por favor no hagas eso!.
Bajó las pequeñas escaleras que se encontraban cerca de la banca en donde estábamos, y dijo:
-Algún día me lo agradecerás.
Caminó por el pequeño camino lleno de flores y plantas. Llegó al barandal y salió.
-Si vas te juro que no te vuelvo a hablar en toda mi vida!- Le dije yo, furiosa y a la vez nerviosa.
-Ya te dije que me lo agradecerás-dijo ella y cruzó la calle.
Iba con una sonrisa de oreja a oreja saltando por todo el montón de tierra y el camino que llevaba hasta la cancha de futbol.
Yo insistí en que no fuera y grité todo lo que pude:
-!Viviana!!Viviana!Porfavor no vayas!.
No me hizo caso... fue inútil. Se reía de mí al otro lado de la calle y yo la veía por el pequeño hueco del barandal.
Fue... miró a todos los que estaban ahí... se fijó quien era y gritó:
-!Javier!!Javier!!ven!- ella estaba feliz, la veía desde el otro extremo de la calle.
Se acercó. Platicaron 2 o 3 minutos... pensé que él había dicho que jamás quería hablar conmigo.
Despúes ella venía corriendo, cruzó la calle y la ví que venía feliz. pensé: (algo a deberle dicho viviana).
Me quedé callada cuando ella llegó. Se sentó, no aguantaba más la presión y dije:
-Que te dijo?!dime porfavor!-Me pensé en las cosas que habría dicho él, pero despúes ella contestó:
-Es algo muy confidencial-y siguió diciendo-no que ya no me hablarías?.
Su cara reflejaba a una niña pícara con su sonrisa y mirándome a los ojos.
-Por favor dime! jamás te dejaría de hablar! solo dime que te dijo! aunque sea bueno.. o malo- Mi cara cambió de feliz a pensativa o mas bien a una niña triste, que sabía lo que pasaba-Por favor dime.
-Bueno pues me dijo...-Calló, puso una sonrisa grande y volvió a hablar- dijo que no estaba enojado y que vendría a hablar contigo después de jugar.
Mi corazón latió cada vez más fuerte. No lo podía creer! como que no estaba enojado...
Él me lo había afirmado ya hasta me acuerdé de aquellas palabras que me dijo: "idiota, niña pequeña"...!
No podía ser! él no estaba enojado!
Estaba confusa, y lo peor de todo eso fue que vendría! Que le diría yo?!
No hay comentarios:
Publicar un comentario